María Isabel Grañén Porrúa recibe la medalla Donají, máximo reconocimiento de Oaxaca de Juárez

Misael Sánchez
La Dra María Isabel Grañén, presidenta de Apoyo Al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México (ADABI de México) recibió del Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez la Medalla Donají, máximo galardón del municipio por su desempeño como Guardiana del Patrimonio Cultural de Oaxaca.
En el 492 aniversario de la elevación a rango de Ciudad de Oaxaca de Juárez, en Sesión Solemne de Cabildo, la Dra. María Isabel Grañén Porrúa, destacada historiadora del arte, es reconocida por haberse entrelazado con la riqueza cultural de Oaxaca y la misión de rescatar su patrimonio bibliográfico.
La medalla y el reconocimiento fueron entregados por el presidente municipal Francisco Martínez Neri.
Junto con el artista plástico Francisco Toledo, también interesado en su momento por el estado del acervo bibliográfico de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), la Doctora Grañén Porrúa organizó una exposición de libros antiguos.
Y esta tarea le permitió identificar, abandonada y desordenada, una de las bibliotecas más importantes de México.
Entre más de 25,000 ejemplares dispersos, Grañén Porrúa descubrió tesoros literarios como incunables, primeras ediciones de obras mexicanas y guatemaltecas, así como obras de destacados autores como Sor Juana Inés de la Cruz y Carlos de Sigüenza y Góngora.
Este encuentro transformador fue el catalizador que despertó en ella el deseo de preservar este legado para las generaciones futuras.
Así comenzó una odisea, una lucha por rescatar el patrimonio cultural de Oaxaca y darle un nuevo hogar.
Junto con Alfredo Harp Helú, Stella González Cicero y Jorge Garibay, Grañén Porrúa fundó la asociación civil «Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México» (ADABI de México).
En más de dos décadas, el equipo de ADABI logró recuperar cientos de archivos, colecciones fotográficas e inventariaron decenas bibliotecas con más de 190 mil libros, además de publicaciones sobre fuentes históricas.
Desde los acervos más prominentes hasta las comunidades más remotas, ADABI se dedicó incansablemente a preservar la memoria de México.
Este compromiso fue reconocido en 2008 cuando la UNESCO otorgó a ADABI el Premio Jikji en Corea, el máximo reconocimiento a la memoria del mundo.
El legado de Grañén Porrúa trasciende las fronteras de la academia y alcanza a la comunidad.
Su compromiso con la promoción de la lectura se refleja en el trabajo de ADABI, que lleva libros a las localidades más apartadas de Oaxaca a través de 9 bibliotecas móviles.
Su visión de un México donde la cultura y el conocimiento sean accesibles a todos continúa inspirando generaciones.
A través de su compromiso con la preservación del patrimonio cultural, Grañén Porrúa ha iluminado el camino hacia un futuro donde el conocimiento y la historia sean venerados y compartidos por todos.